¡Cuidado con las cadenas de oración!
No te dejes sorprender y espantar por amenazas que sin duda
no son de Dios.
Recibí un correo electrónico de una
amiga a la que quiero y respeto mucho, su mensaje era este:
“Hola… Me pidieron que
te entregara esta bendición de parte de la Virgencita de Guadalupe: Que Dios te
bendiga. Ahora tienes que pasar este mensaje en los próximos 7 minutos al menos
a 20 personas y en 13 días recibirás una muy buena noticia, pero si lo rechazas
ocurrirá lo contrario. Una señora lo olvidó y a los 8 días murió su único
hijo... Pásalo”.
En ese momento decidí ignorar el mensaje, no es la primera
vez que me llega algo así. De pronto sentí la necesidad de responderle a mi
amiga, así que me di a la tarea de hacerlo de la siguiente manera: “Hola,
muchas gracias por la bendición... Al respecto de tu mensaje quiero recordarte
que por naturaleza la Virgen, los santos y todo mensaje-bendición que
verdaderamente provenga de Dios jamás vendrá condicionado, mucho menos traerá
como consecuencia una maldición. El Padre Dios nos ama infinitamente y al
enviar a Jesús al mundo nos anunció claramente que su amor es incondicional. Te
invito a que en adelante no formes parte de estas cadenas de pseudo-bendiciones
forzadas. Reconozco y agradezco tu buena intención a la vez que reitero la mía.
Abrazos”.
Importante recordar:
1. Que estas cadenas masivas únicamente son una potencial
pérdida de tiempo.
2. Que deberíamos preguntarnos ¿quién las escribe y para
qué? Pues parece que el objetivo de las mismas es jugar con las creencias de
las personas.
3. Que la gente hace lo que indica la cadena porque ésta
juega gravemente con los principales miedos de toda persona amenazando su
integridad, seguridad, vida y bienestar de la familia o su “buena suerte”.
4. Que a cambio de una sencilla petición (enviar el e-mail)
la gente prefiere hacerlo antes que “arriesgarse”.
5. Que el miedo crece más cuando estas cadenas de mensajes
apelan a fuerzas y realidades superiores como Dios, la Virgen, etcétera.
6. Que en algunas ocasiones –en documentos electrónicos– los
mensajes contienen virus informáticos.
En conclusión:
Viendo el “éxito” de este tipo de mensajes notamos la gran
falta de criterio entre nuestra gente, el poco conocimiento de Dios así como de
nuestra religión. Debemos profundizar mucho más en el amor de Dios y en su
Reino de misericordia que Jesucristo mismo ha venido a inaugurar: “Pues si
ustedes, siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más nuestro
Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?” (Mt 7,11).
Por favor, no formes parte de estas cadenas que pasan de bendición a maldición.
Ora, encomiéndate a Dios y nada malo te va a pasar si “rompes” con estas
prácticas que caen en el espiritismo. Que el Señor te llene de bendiciones.
Amén.
Autor: Ángel David Arias Correa
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